Al parecer, en un pueblo que se encontraba en las afueras de Tenochtitlán vivían un guerrero muy conocido y su mujer.
El problema surgió porque esta mujer no podía darle un hijo a su marido, y debido a las costumbres de la época, fue despreciada por la comunidad y acabó expulsada.
No obstante, pese a esta tradición, el guerrero la amaba y consiguió que pudiese permanecer en la comunidad.
En un determinado momento, el guerrero tuvo que ir a la guerra y poco después ella se dio cuenta de que estaba embarazada, pero no le dio tiempo a contárselo a su marido ya que en la apedrearon hasta la muerte basándose en la tradición.
La mujer pidió a los dioses que le permitiesen vengarse, y los dioses le dijeron que podría arrancar su carne para asustarlas y volver a su aspecto normal para que nadie sospechase.
Por otra parte, también podría matar a sus hijos. Poco a poco fue acabando con cada una de ellas, pero antes de terminar su esposo volvió.
En un determinado momento, cuando ella salió de nuevo a vengarse, su esposo la siguió y le echó sal en la piel para que nunca pudiese volver a cerrarse.
El efecto que produjo la sal fue un dolor tan intenso que murió agonizando. A partir de entonces, su espíritu siguió vagando y acabando con la vida de todos los que se encontraba.
Fuente: http://www.taringa.net/posts/paranormal/17406674/Creepypasta-La-Leyenda-de-la-Descarnada.html
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