David Lang, un honrado agricultor de Tennesse (Estados Unidos) era un hombre de vida pacífica, cuya única afición, aparte de sus labores en la granja, era la familia. Había conseguido levantar una próspera explotación ganadera, que era un negocio exclusivamente familiar. Su desaparición ocurrió ante su mujer, sus hijos, un carretero y el juez del pueblo cercano que llegaba de visita. Era en pleno día, un 23 de septiembre del año 1880. El granjero se acercó a dar la bienvenida al juez, y en un lugar intermedio entre su familia y el visitante, David Lang se esfumó de repente, ante los ojos atónitos de todos los presentes. Quedó un cerco de hierbas amarillentas, como si se hubiera quemado un poco, tostadas por un calor enorme e instantáneo. Se le buscó por los alrededores sin obtener ni el más mínimo resultado, aunque todos los que presenciaron el hecho sabían que era una búsqueda absurda. David Lang no volvió a aparecer. Y unos pocos días más tarde, cuando ya la familia se había casi resignado a su pérdida y a una explicación racional, uno de los hijos le oyó pedir lastimeramente auxilio, por encima del cerco de hierba dentro del cual había desaparecido. Como si por un agujero en el espacio hubiera pasado a un mundo distinto, pero paralelo y unido, muy cercano al nuestro. El descubrimiento de la antimateria podría ser la clave. ¿Qué sucede cuando la materia y la antimateria entran en contacto? La desintegración total y absoluta de ambas, fulminantemente, sin dejar rastro alguno, y liberando una cantidad de energía inusitada por pequeño que sea el objeto, Tal vez esta teoría pudiera explicar por qué la hierba sobre la que pisó David Lang, en la última milésima de segundo de su vida, quedó ligeramente abrasada y tardó en recobrar su frescura y su verdor muchas semanas. Quizá David Lang se encontrara con su anti-David Lang y ambos desaparecieron juntos. En este caso, otra familia Lang lloró la pérdida de otro David en otro mundo de identidad ignorada.
Fuente: http://www.3djuegos.com/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario