En el juzgado de guardia, el matrimonio dijo que por la noche habían oído fuertes sonidos extraños cerca de su habitación. Se quejaron a la dirección del hotel, que también oyeron esos ruidos, pero restaron importancia. Los ruidos cesaron y los Cumpstons volvieron a la cama. A las tres o las cuatro de la mañana, volvieron a escuchar los extraños sonidos, esta vez acompañado por una sensación alarmante de que el suelo temblaba como si fuera un terremoto. La pareja empezó a gritar, pero sus palabras parecían ser repetidas por presencias invisibles. El Sr. Cumpston sentía como si estuviera siendo arrastrado hacia una especie de agujero, pero su esposa consiguió cogerlo de la mano y así poder saltar por la ventana. En esa situación de pánico y de confusión, los Cumpston pensaron que se trataba de delincuentes que les intentaban secuestrar. La gerente del hotel declaró que, efectivamente, había escuchado unos ruidos extraños, pero no fue capaz de proporcionar más información. La policía dijo que había comprobado la habitación y no había visto nada fuera de lo común. Aunque no se conoce la verdadera naturaleza de la experiencia de la pareja, ochenta años más tarde el periodista Harold T. Wilkins sugirió lo siguiente:
“Los extraños ruidos y el agujero en el suelo descrito por los Cumpston son imposibles de explicar a menos que se suponga que, en determinadas condiciones, una fuerza desconocida puede llegar a operar creando un vórtice en la materia sólida, llamado teletransportación a otros universos. La materia es “sólida” sólo en relación con la percepción humana, a nivel atómico puede ser descrito como un espacio prácticamente vacío. Un ser humano puede ser arrastrado a un torbellino con capacidad de enviarte a decenas e incluso a miles de kilómetros de distancia. En ocasiones, un vórtice podría operar a distancias astronómicas, así como ser teletransportados a otro planeta.”
Fuente:http://www.mundoesotericoparanormal.com/
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