gracias por compartirno tu historia
hola amigos estaba leyendo en una comunidad de google+ (Contarme tu historia de terror) y me encuentro con la historia de CATALINA BERNAL ARZALUZ que nos relata la historia de cuando era pequeña esta es su historia.
En una ocasión cuando tenía como 9 años mi mamá y mi hermana comentaban de un brujo llamado Tomás, a quien le decían "Don Tomasito". Mi mamá y mi hermana mayor que en ese entonces tendría como 18 años, se mofaban de él, lo conocían de pláticas porque alguien de la familia lo frecuentaba, y decían, ya no hay que burlarnos de Don Tomasito, porque dice que escucha cuando alguien habla mal de él, siempre en tono de burla e incredulidad se reían de esas creencia de brujerías.
Nuestra casa era algo grande, pero el cuarto de nosotras las mujeres estaba independiente de toda la casa, en un segundo piso que daba a la calle y comunicaba también con el patio de jugar, las dos ventanas que había no tenían balcones. Ese día nos fuimos a dormir mis dos hermanas y yo, ya estábamos en la cama cuando de pronto escuchamos que tocaron las ventana, yo sentí un hueco en el estómago, y me quedé a la expectativa, no dije nada, mi hermana la mayor Blanca se levantó directo hacia la ventana a hacer a un lado la cortina, y cuando hizo eso, dio de gritos y se puso histérica, mis padres la escucharon y corrieron arriba a ver qué pasaba, ya después de mucho se calmó y les dijo que había visto una cara muy horrible en la ventana, ellos la regañaron por haberse asomado, pues no era lógico que alguien tocara la ventana en un segundo piso sin haber el medio de poder llegar a esa altura para tocar en ella.
Al día siguiente, comentando todos el hecho, llegaron a la conclusión de que había sido Don Tomasito, que quizá las había escuchado hablar mal de él y burlarse, pues era tan buen brujo que se enteraba de lo que decían los demás con sus poderes sobrenaturales.
Seguían en el mismo tenor mordaz en sus comentarios, riéndose de las mismas conclusiones a que llegaron, pero ya sobre aviso de no volver a asomarse por las ventanas en un segundo piso cuando les tocaran a altas horas de la noche.
La ventana abierta es por la que le tocaron a mi hermana, esta es mi casa de cuando vivía con mis padres, La casa de la Malinche.
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