Esta leyenda trata sobre un hombre que acostumbraba a ir los domingos a la plaza pública, donde cantaba a capela hasta que comenzaban los murmullos acerca de su locura, a lo que respondía con miradas furibundas, quizás recordando el porqué de esa locura….
Cuando era joven, al volver de realizar unos
trabajos, a lo lejos vio un pequeño bulto al costado del camino. Su
caballo, “El Palomo”, comenzó a temblar y a corcovear, negándose a seguir avanzando por lo que el hombre debió seguir a pie, donde descubrió con sorpresa un hermoso bebe de apenas unos meses de vida.
El mismo estaba envuelto en una cobija blanca, tenía la piel muy
blanca, los ojos azules y una carita regordeta preciosa por lo que
decidió recogerlo pero cuando quiso dirigirse al caballo nuevamente,
comenzó a relinchar, a pararse en los dos cuartos traseros y a
comportarse de manera extraña.
El animal se calmó cuando se alejó con el niño, a
quien comenzó a hacerle cariños y le preguntó quien lo había dejado
abandonado en ese lugar. De repente el rostro del niño se puso serio y
de su boca salió una voz horrible diciendo “también tengo dientitos…”. Su rostro se había transfigurado: los ojos se le tornaron rojos, comenzaron a aflorarle dos colmillos y su baba era verdosa….
“ Sagrado corazón de Jesús“, gritó y
arrojó lejos a tan horrenda criatura, huyendo los más rápido posible
hacia su rancho, donde tras un par de días de fiebre y locura, decidió
que nadie más volviera a utilizar ese camino por lo que con sus propias
manos construyó una desviación asegurando que allí había un demonio.
Quienes ignoraron esta advertencia y decidieron avanzar por ese camino, a los pocos días han tenido que ingresar a un manicomio…Fuente: http://www.leyendasycuentosdeterror.com/
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