viernes, 19 de abril de 2013
La Tulivieja de Panamá
En los tiempos en que el mundo estaba poblado de espíritus que vivían con las gentes dejándose ver de ellas, uno de estos encarnó en una muchacha hermosísima, orgullo de su pueblo. Amaba la moza a un joven de su mismo lugar, y fruto de estos amores nació un niño a quien su madre ahogó para ocultar su falta.
Dios castigó en el acto ese pecado tan grande convirtiendo a su madre desnaturalizada en tulivieja, un monstruo horrendo que tiene por cara un colador de cuyos huecos salen pelos cerdosos y larguísimos. En lugar de manos tiene garras, el cuerpo de gato y patas de caballo.
Condenada a buscar a su hijo hasta la consumación de los siglos, recorre sin cansarse jamás las orillas de los ríos, llamando sin cesar a su niño con un grito agudo parecido al de las aves y sin que nadie le conteste jamás.
A veces recobra su primitiva forma. En la noche en que la luna brilla en el centro de los cielos, se baña en los ríos bella como un sol, pero al más ligero ruido se convierte nuevamente en el ser monstruoso que es, para continuar por el mundo su eterna peregrinación.
Fuente:http://www.taringa.net/
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