sábado, 13 de agosto de 2011

Experiencias extracorporales. Viajar conscientemente fuera del cuerpo



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Viaje astral


Experiencias extracorporales. Viajar conscientemente fuera del cuerpo.

En España hay centros que enseñan técnicas para salir conscientemente del cuerpo. ¿Qué sucede durante estas experiencias extracorpóreas? ¿Se viaja por el mundo físico? ¿Por otra dimensión? ¿Es todo producto de la fantasía?

Durante estos viajes astrales, en los que el doble etérico se separa del cuerpo físico, se puede pasear por ciudades desconocidas, tener un encuentro con seres queridos que ya han fallecido, o ayudar al espíritu de seres desencarnados para que abandonen la tierra y puedan proyectarse hacia la luz.

A continuación, presentamos 3 casos de gente que, de un modo u otro, ha vivido experiencias extracorpóreas.
Sentir que uno sale fuera de su cuerpo debe ser una experiencia impactante.



Dios
José Luis de la Rica. La asistencia a un curso de proyección astral le permitió superar la muerte de su hija.


Su hija Elena muere de una leucemia, a pesar de que el diagnóstico era favorable, a los 12 años, una semana después de su cumpleaños. José Luis tiene también 2 hijos mayores. El mayor se dio cuenta de que José Luis no lo iba a resistir y consiguió evitar que su padre se quitara la vida.


Un día, José Luis estaba llorando delante del ordenador, donde escribía sus sensaciones y pensamientos, y le dijo a Dios que no tenía derecho a permitir que tantos niños muriesen.


De repente, cayó en la cuenta de que, si no creía en Dios, ¿con quién estaba hablando? Empezó a pensar que quizás sí había un Dios. Y llorando le dijo: "Si existes, entiende que yo no entienda lo que ha ocurrido en mi vida. Te lo suplico, explícamelo". En aquel momento, una foto de su hija cayó a sus pies. Delante de la foto había un clavel, y la foto no podía haberse caído sin tirar antes el clavel. Y además, no podía haber caído sola, porque había una repisa en el estante que impedía que cayese. Esto le dio esperanzas.


Su hija fallecida mantenía una comunicación mental con sus hermanos. Pero si su hija le hubiese hablado a él a través de la mente, él lo habría atribuido a un truco de la mente provocado por su angustia y habría llegado a la conclusión de que no podía ser.


A partir de este momento, empezó a buscar un sentido a todo lo que había ocurrido y, unos meses más tarde, encontró un grupo de apoyo para gente que había perdido a sus seres queridos.


Se enteró del curso de proyección astral por alguna madre que le contó sus experiencias, e hizo el curso con mucha ilusión, pero las expectativas se vieron superadas con creces.


Desde que hizo el curso, ha estado varias veces con su hija. Y su mujer también ha compartido con él estas experiencias.


Gracias al curso, se dio cuenta de que tenía a su hija atada a este mundo sin él saberlo.


La última cinta de la primera sesión era sólo de música y José Luis empezó a llorar porque se acordaba de su hija. El segundo día del curso vino su hija a él. José Luis vio que él y su hija estaban unidos por un alambre. La hija le dijo: "Puedes soltarme, porque no me vas a perder". Cuando José Luis cortó el hilo, en su lugar apareció un rayo de luz, y su hija se elevó y desapareció. Al terminar la sesión, Carol, la instructora le dijo: "Te tengo que contar una cosa: ayer estuve con tu hija y me dijo: "¿Te das cuenta?, no le puedo dejar, está sufriendo..."".


En un momento determinado de la sesión, José Luis notó también cómo alguien le cogía de las manos y lo tiraban hacia arriba.


A la tercera sesión, se quedó dormido y, cuando terminó la cinta, una chica del curso le dijo: "Tengo un mensaje de tu hija. Me ha dicho que ha estado bailando contigo y que hay muchos seres luminosos que la ayudan y la protegen".


Las imágenes las sientes. Tienes la convicción de que aquello es cierto y no te cabe ninguna duda de lo que percibes. La diferencia con respecto a un sueño es que mientras dura y al terminar, estás consciente de que aquello ha sido real.


"Yo era un muerto que respiraba y hoy soy un hombre feliz que espera la muerte con ilusión y que sabe que, cuando me muera, lo haré con una sonrisa. Si es una locura, bendita locura".


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Creado por Carlos Maldonado - Widget