En un día aparentemente normal de 1954, un hombre tomaba un vuelo hacia Tokio, pero después de llegar al Aeropuerto Internacional del Tokio, el viaje “normal” había tomado un rumbo muy extraño.
Cuando entregó su pasaporte para que fuera sellado, el hombre fue inmediatamente interrogado sobre su procedencia. No, no se trataba de un episodio de discriminación: aunque su pasaporte parecía autentico, figuraba un país del que nadie nunca había escuchado hablar llamado “Taured”.
Después de un largo interrogatorio y de una profunda confusión de ambas partes, el viajero fue enviado a un hotel en las cercanías hasta que se emitiera una decisión oficial. Allí se quedó acompañado por una guardia de dos oficiales de inmigración que esperaron en el pasillo de la habitación hasta la mañana siguiente. Fue entonces cuando descubrieron que el hombre misterioso había desaparecido sin dejar rastro, siendo que la única salida posible era una ventana sin balcón, en el quinceavo piso… que permanecía cerrada.
El departamento de policía de Tokio realizó una extensa búsqueda, pero se quedaron con las manos vacías. Y quien sabe, en una de esas, en Taured tenían a un loco hablando sobre un tal Principado de Andorra que “no existe”.
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