Numa Pompelio, el segundo rey de Roma, obligó a Fauno y a su padre, el dios del bosque Picus -representado habitualmente como un pájaro carpintero-, a beber hasta emborracharse porque quería saber lo que debía hacer para invocar a Júpiter, el equivalente romano de Zeus, del cielo. Finalmente, Fauno y Picus tuvieron que darle la información en contra de su voluntad.
En la poesía romana, Fauno juega siempre el mismo papel que el dios griego Pan. El poeta Horacio menciona la festividad celebrada en su honor el cinco de diciembre y le pide que bendiga al ganado en una oda dedicada a «Fauno, amante de las ninfas eternas» (Odas y Epopeyas, III)
Fuente: http://mitosyleyendascr.com/mitologia-griega/fauno/
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